En la clase de Aikido de ayer impartida por el Sensei Pablo García en el Dojo de ACAE Málaga, nos explicó las tres formas de resolución de conflictos y cuál es la que emplea el Aikido.

La vía de la lucha

Las tres vías de resolución de conflictos: la lucha

La primera de ellas es la confrontación o lucha. En una situación de combate o de ataque, si alguien nos intenta golpear, podemos reaccionar golpeando nosotros al oponente.

Se establece aquí una confrontación, combate, pelea o lucha, en la que ambas partes van a atacarse mutuamente hasta que gane uno de los dos.

¿Quién ganará de esta forma? Sencillamente gana el más fuerte.

El problema de esta vía es que, aunque ganes, vas a perder. Por dos motivos: el primero porque tú también has recibido golpes.

El segundo es porque la energía que se ha movido es de dominación. «He conseguido vencerte».

El que pierde queda en un estado de sumisión o de odio, que, en un futuro, puede dar lugar a otra confrontación.

 

La vía de la huida

Las tres vías de resolución de conflictos: la huida

La segunda forma de resolver un conflicto en el que alguien quiere agredirnos o golpearnos es la de la huida.

Sencillamente buscamos evadir ese ataque, quitarnos de en medio, esquivarlo o evadirlo.

Su usamos esta vía con éxito hemos conseguido escaparnos de esa confrontación, ¿pero qué es lo que sucede aquí? que el que nos ataca puede volver a hacerlo.

En tal caso, podemos seguir huyendo, pero… ¿hasta cuando?

Es lo mismo que nos sucede en el día a día con nuestros problemas, ya sean personales, familiares o laborales. Tenemos un problema o una situación que nos preocupa o nos «persigue». Podemos evadirla o huir de ella, pero, tarde o temprano, tendremos que hacerle frente.

 

La vía del Aikido: la Unificación

Las tres vías de resolución de conflictos: la Unificación

Hasta aquí tendríamos las dos respuestas típicas que se tienen en el mundo animal: luchar o huir. Pero hay una tercera vía, que es la más inteligente de todas, ya que se aplica un componente que tiene una connotación más humana o elevada: la empatía.

La tercera vía de la resolución de conflictos es la Unificación. Cuando practicamos Aikido no tratamos de golpear al otro con más fuerza o de evadir sus ataques.

Lo que buscamos es unificar las energías, integrarnos con la energía del contrario para, una vez unidos, resolver ese conflicto de la forma menos dolorosa y respetuosa con el que nos ataca.

El objetivo no es «destruir» al adversario, porque, primero, no consideramos que sea un rival o un oponente, es otro ser humano que está enfocando su energía de una forma nociva y quiere hacernos daño.

Y segundo, no queremos dañarle, queremos por un lado protegernos y por otro «enseñar» la vía del Aikido: «El Arte de la Paz«.

Lo que hacemos con esa energía que viene a «atacarnos», es unificarla con la nuestra y, a partir de ahí, llevarla a donde queremos nosotros, es decir, controlarla y llevarla al buen fin.

Al habernos hecho nosotros cargo de esa energía y haber «transformado» su intención, estamos diciéndole al oponente: «amigo, no sigas por ahí, mira lo que te está pasando o lo que te puede pasar».

El equivalente en la vida diaria sería tratar primero de comprender a la parte contraria y de entender su punto de vista. «Te entiendo, estás enfadado por esto que pasa, por esto que hice o por esto que nos sucede». A partir de ahí, todo cambia, porque hemos sido capaz de abstraernos de nuestro propio punto de vista y de ponernos «las gafas» del contrario.

Gracias al Sensei Pablo por la magnífica clase y lección enseñada.

Si quieres aprender Aikido en Málaga únete a nuestro Dojo: https://aikidomalaga.blogspot.com.