Este fin de semana estoy en ayunas.
Hace unos años que decidí dar un cambio en mi vida y una de las cosas que probé fue estar un día sin comer absolutamente nada. La experiencia fue tan positiva que al poco tiempo repetí pero durante más de un día, en concreto fueron tres días sin probar bocado.
Me sentí tan bien después de la experiencia, que desde entonces de vez en cuando estoy un día o un fin de semana en ayunas, aprovechando que sé que voy a poder estar descansando en casa o en un lugar tranquilo.
Uno de los grandes maestros de la historia de la humanidad que practicaba el ayuno voluntario era Mahatma Gandhi, quien decía:
«Cuando exista un dolor que no podemos eliminar, debemos ayunar»
Aquí hay un artículo interesante sobre por qué es bueno ayudar cuando se tiene algún problema. En mi caso lo hago simplemente porque me gusta y me sienta bien. Después de estar uno o dos días sin comer, te das cuenta que aún sin alimentarte de nada, tu cuerpo sigue soltando restos que tenías dentro, es una depuración bestial en todos los sentidos y la sensación de limpieza es tanto física como emocional.
Te encuentras flojo y cansado, pero a la vez tranquilo y muy lúcido, lo que te ayuda a estar en un estado de reflexión y de tomar conciencia contigo mismo. Una de las cosas que me gustan de ayunar de vez en cuando es que aprendes a saborear aún más la comida cuando vuelves a comer, recuperas el sentido del gusto y desde un punto de vista moral aprendes a valorar aún más el simple hecho de poder tener algo con lo que alimentarte, cuando tantísima gente hoy en día sigue sin poder llevarse nada a la boca.
Es una experiencia que recomiendo a cualquiera, siempre que se realice con voluntad y con la firmeza de que es algo que se desea hacer.
Aquí un breve artículo sobre los beneficios del ayuno y otro más ampliado y con menciones históricas sobre el ayuno en la Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Ayuno. La fotografía es de Melissa Venable en Flickr.
¡Vaya fuerza de voluntad! Yo tengo mis dudas sobre si el ayuno tan radical no tiene consecuencias físicas negativas, influencia de mi madre -médico-, que se moriría si me viera hacer algo así. Desde el punto de vista espiritual o mental, ciertamente debe ser una manera de poner «los pies en la tierra», y de ver las pocas cosas imprescindibles de la vida. Me ha gustado la frase de Gandhi que citas, si bien es cierto que en mi caso, cuando atravesé un período de dolor emocional muy fuerte, no es que dejara de comer conscientemente, es que no podía comer nada. En fin, está muy bien conocer los propios límites, y sobrepasarlos de vez en cuando.
¡Interesante debate Alba! Lo tengo con mucha gente a la que le cuento que de vez en cuando me gusta hacer ayunas, suelen decirme… eso no puede ser sano. A mi particularmente me sienta bien y creo que eso es lo que cuenta, por eso lo recomiendo nada más. Desde el punto de vista médico… no tengo una base sólida, he leído información a favor y en contra y los profesionales con los que he tenido la oportunidad de conversar, tan poco me han aclarado mucho. El ayuno lo veo más como algo personal o espiritual si cabe, que físico, me enriquece y por eso es que lo valoro tanto.
El ayuno es mágico para centrarse espiritualmente y resulta muy sanador físicamente. Pueden intentar un ayuno de fin de semana regularmente y esporádicamente pueden hacer uno de 10 días cuando tengan el tiempo libre y estén en un entorno agradable y relajante, realmente tu cuerpo y tu mente se compenetraran en un estado de sanacion extraordinario. El ayuno de que les hablo debe ser completo y estricto, solo se permite tomar agua cuando sientas sed.